Publicamos aquí la traducción de un artículo que salió publicado en el nº11 de la revista anarquista irlandesa «Irish Anarchist Review«, en el que el autor Andrew Flood analiza desde una perspectiva anarquista la realidad de la situación de la revolución, sus contradicciones y sus motivos como anarquista para apoyar y solidarizarse con el proceso social en Rojava.
Las revoluciones rara vez tienen lugar en circunstancias favorables. Rusia 1917 surgió de la masacre masiva de la Primera Guerra Mundial y la desintegración de una economía bajo presión de las demandas de esa guerra. España 1936 surgió del bien planeado y ejecutado golpe fascista entre un ejército poderoso apoyado y armado por el fascismo internacional. Esquemas para una revolución que dependen de tiempos tranquilos y masivos pueden estar condenados desde el principio.
Dicho esto, es dificil de imaginar condiciones más imposibles para una revolución que la de Rojava. Una guerra civil brutal, 3 pequeñas zonas de territorio que estaban siendo mantenidas en un estado de bajo desarrollo por el régimen anterior y que ni siquiera están conectadas entre sí. Un ejército fanático de bárbaros extremistas religiosos con armamento pesado de EEUU capturado durante saqueos que ataca por un lado, un Estado hostil que silenciosamente está apoyando a ese ejército y cerrando sus fronteras a los buenos por otro y un viejo régimen y su larga historia de brutal contrainsurgencia esperando su turno. Y por encima de todo esto, la intervención táctica y estratégica de un poder imperialista cuyas manipulaciones han devastado la tierra del sureste durante un periodo de casi tres décadas.
Además la fueza ideológica principal detrás de esta revolución, el PKK, quien congenió relativamente bien con el régimen de Assad con el fundamento tradicional de ‘el enemigo de mi enemigo es mi amigo’, pero más relevante para este debate debido al aislamiento geográfico de la población kurda en los tres cantones de una Siria mucho mayor significó que podría ser mejor mudarse al Kurdistán del Norte. En ‘El Despertar Kurdo’ Ofra Bengio incluso acredita a Ocalan en ese periodo diciendo que los kurdos se habían originado en Kurdistán y que neceistaban volver allí. (Kurdish Awakening: Nation Building in a Fragmented Homeland, p207).
Sin embargo, fue aquí una noche de 2012 en una pequeña ciudad en el camino del antiguo ferrocarril de Berlin a Baghdad donde comenzó una revolución de clases. En palabras de Mako Qoçgirî “Es la noche del 18-19 de Julio. La gente en la ciudad de Kobanê se reune en una mezquita para participar en una asamblea popular. Alcanzan una decisión: ¡la revolución debe avanzar!
Armaron a comités de defensa, tomaron el control de las carreteras de acceso principal a y desde Kobanê, mientras los civiles, en una acción organizada, cercaron a las instituciones del régimen y los puntos fuertes militares del ejército de Assad”. (Source)
La revolución rápidamente se extendió a los tres cantones del norte de Siria / Kurdistán Oeste que tienen una población mayoritaria kurda. Los tres son zonas interiores, separadas unas de otras y empujadas contra la frontera hostil mantenida por el estado turco. De oeste a este son Afrin, Kobane y Jazira (Cizîrê en kurdo) y en 2014 quizás 4.5 millones de personas habitaban los cantones que están localizados al oeste del Tigris y al este del Mediterráneo. No toda la gente es kurda, de hecho étnicamente hay kurdos, árabes, asirios y turcómanos y también están los grupos religiosos musulmanes, cristiano y yazidis.
Ésta era una población dividida cuyas divisiones fueron explotadas y profundizadas por el régimen Ba’atista mediante programas que reprimieron y desplazaron a kurdos y por un programa de asentamiento que colocó adicionalmente a árabes que provenían del interior de siria para crear un ‘cinturón árabe’ en lo que había sido normalmente tierra kurda. El régimen de Assad también trató de mantener a la región económicamente subdesarrollada, prohibiendo la construcción de edificiones grandes como fábricas, dicen que en el momento de la revolución Rojava no tenía molinos industriales. Su mayor producto era el trigo, para su transporte y refinación en otras partes de Siria.
Sin embargo, Rojava tiene el arma de doble filo al poseer el 60% de la extracción de petroleo sirio, un recurso valioso por supuesto, pero uno que atrae la intervención armada de tanto estados hostiles como de ejércitos de mercenarios. Y Rojava sin tener refinerías y rodeada por fronteras hostiles sin acceso al mar puede sólo recibir un ingreso limitado de la riqueza petrolera mediante operaciones de contrabando.
El entender este contexto es el comienzo esencial para entender lo que podemos esperar de la revolución de Rojava. Por razones ideológicas algunos sectores de la izquierda son muy hostiles incluso a la idea de que está teniendo lugar una revolución y a menudo expresan esto poniendo como protexto demandas de una economía completa comunista que están por encima de las posibilidades del ‘socialismo en un sólo país’ y menos aún un ‘comunismo en tres cantones desconectados’.
Aquí también necesitamos reconocer las limitaciones de desarrollar un enfoque anarquista a la revolución, ciertamente no está hecha en un momento y en un lugar que hayamos escogido sino en las circunstancias más imposibles. Así que como con los Zapatistas en 1994 las cuestiones están limitadas a: ¿merece la pena defender lo que está pasando? ¿cuales son las contradiciones en la revolución? ¿y qué podemos aprender de ella?
¿Merece la pena defender lo que está pasando?
Por un lado se trata de una pregunta muy fácil a la que responder Si. Después de todo Rojava llamó nuestra atención en primer lugar cuando el ISIS (usando armamento pesado capturado de los EEUU) de repente arrasó casi todo el cantón de Kobane excepto por la mitad parte noroeste de la propia ciudad de Kobane. Se llevó acabo un mini Stalingrado de más de cien días de lucha con un coste considerable para los defensores y defensoras de YPG/YPJ antes de que ISIS retrocediese. El régimen de ISIS buscaría su imposición y los métodos que usaría significaría que casi todo merecería la pena defender como alternativa.
Pero la revolución en tierra en Rojava es una de esas que merecería la pena defender donde fuese. En lo que son las peores de las circunstancias los defensores y las defensoras afirman estar empujando una revolución social profunda que tiene como objetivo el desarrollo de una sociedad democrática, ecológica y de liberación del género. Si hay motivos razonables para creer que esta es realmente la intención no debería haber ninguna duda sobre la defensa de la revolución.
Democracia
La base de la revolución de Rojava es un sistema de democracia de base directa basada en la comunidad. Como ha sido descrito, cada barrio tiene una asamblea en la cual todo el mundo que vive ahí puede participar. Estas asambleas envían delegados a las reuniones de distrito y éstas reuniones envian delegados a la reunión de la ciudad. Por ejemplo, la ciudad de Qamişlo tiene 6 distritos y cada uno de estos distritos tiene 18 comunas de barrios de 300 viviendas. Qamişlo es la ciudad más grande del cantón de Cizîre que tiene en total 12 ciudades, un consejo de delegados de las 12 ciudad forma el consejo del cantón. (Fuente)
Liberación de género
Muchas de las imágenes que han llegado de Rojava se han centrado demasiado en el fetiche común de poster de la pared de la izquierda occidental, convencionalmente mujeres guapas con armas. En un artículo para Al Jazeera, Dilar Dirik, una activista kurda y estudiante de doctorado investigando el movimiento de mujeres kurdas, describía como los medios de comunicación tienden a “sensacionalizar las formas en que estas mujeres desafían las nociones preconcebidas que se tienen de las mujeres orientales como víctimas oprimidas, estas típicas caricaturizaciones erróneamente presentan a las mujeres combatientes kurdas como un fenómeno insólito. Rebajan una lucha legítima proyectando sus bizarras fantasías orientalistas en ella; y simplifican las razones que motivan a las mujeres kurdas a unirse a la lucha. Hoy en día, parece estar de moda retratar a las mujeres como simpáticas enemigas del ISIS/EI, sin preguntar acerca de sus ideologías y objetivos políticos.” [lee articulo aqui]
La realidad es que desde el principio la revolución de Rojava tiene un fuerte objetivo activo de la liberación de género. Los consejos delegados que hemos descrito antes están obligados a tener al menos el 40% de su representación de mujeres. Hay establecido un sistema de presidencia compartida donde tiene que haber un hombre y una mujeres representantes de cada posición. Se abrieron casas de mujeres en todas las ciudad y se estableció un Ministerio de la Mujer sólo con personal femenino del cual la ministra de mujeres del cantón de Cizîre, Hiva Erabu, dice “que ha comenzado proyectos en áreas de interes para las mujeres: economía, política, crianza, desarrollo, violencia contra las mujeres, cultura, leyes.”
En su informe sobre este trabajo Rojda Serhat-Şevin Şervan-Cahide Harputlu dicen “El ministerio reunió una serie de estadísticas que antes no estaban disponibles mediante el estudio en el cantón de Cizîre. Además de la población total de mujeres, las estadísticas también recogieron números de mujeres que han sufrido violencia, poliginia, matrimonio infantil; que se encuentran en dificultades económicas; que están divorciadas; y que tienen discapacidad. Según el informe, había 2.250 casos de violencia contra las mujeres sólo en el 2004.”
La minista Hiva Erabu dice “como resultado empezamos proyectos de solidaridad y refugios de mujeres. Las mujeres en peligro de muerte viven ahí. También tenemos proyectos para ayudar a resolver problemas económicos de las mujeres que viven en los refugios.” «También se ha realizado el “desarrollo de una ley que toma medidas contra una gran cantidad de formas de violencia contra las mujeres, desde el matrimonio infantil, la pliginia, desheredación de mujeres e intercambio de mujeres hasta violencia doméstica.” (Fuente)
Este es el contexto en el que dede ser entendida la milicia de mujeres de las YPG (las YPJ). Meryem Kobanê, una comandante de las YPJ en Kobane, dice “Las mujeres son empujadas a la prostitución como si no tuviesen otra opción. Las mujeres son lapidadas cuando son ellas las víctimas de una violación. Nosotras estamos diciendo que hay otra forma de vida. Y la solución no son sólo las armas.”
La lucha por la liberación del género fundamentalmente subyace en la lucha por la política de clase en Rojava así como la opresión hacia las mujeres es esencial en el mantenimiento de las estructuras tribales-feudales de la sociedad tradicional kurda la cual obstruye los intereses de clase dividiendo a la gente segun lealtades tribales. A diferencia de Europa occidental donde el tribalismo fue suprimido por el sistema de clase feudal mucho antes de la transición al capitalismo, en Kurdistán el tribalismo también necesita ser derrotado ya que sigue siendo fundamental para la reproducción de la explotación.
¿Cuáles son las contradicciones?
El tipo de cambios revolucionarios descritos anteriormente no cayeron del cielo sino que han sido claramente conducidos por la influencia del pensamiento y experimentación al otro lado de la frontera en Turquía. La revolución en Rojava está siendo empujada por una organización a parte, el PYD pero está claro que al menos está profundamente influenciada por sus fuertes conexiones con el PKK. La exitosa defensa de Kobane fue reforzada en gran medida por los combatientes del PKK que cruzaron la frontera, quizás mas dependientes de eso que de los ataques aéreos o las armas de EEUU.
El PKK es el Partido de los Trabajadores de Kurdistán el cual llevó acabo una lucha armada brutal contra el estado turco desde 1984 hasta 2013. Sus orígenes políticos a finales de 1970 fusionaron el nacionalismo kurdo con el marxismo-leninismo de la Nueva Izquierda que surgió en 1960 en la lucha por un estado kurdo independiente. Su lucha armada que incluyó numerosos bombardeos y conflictos armados con otras fuerzas kurdas así como con el estado turco, ha dejado inevitablemente a muchos de la izquierda turca en particular con profundas sospechas sobre la misma.
Tan reciente como en 2012, 541 personas murieron en el conflicto entre el PKK y el estado turco, el proceso de paz actual en la frontera con Turquía es frágil. Los conflictos militares prolongados brutalizan incluso a los activistas más políticos y tienden a ver ‘hombres duros’ alcanzar posiciones de control. Aquellos quienes fuertemente no les gusta Rojava por la influencia del PKK han demostrado ser dificiles de debatir ya que la mayor parte de lo que hacen es citar la historia de las cosas que han hecho mal para insistir en que tanto el cambio es imposible como que cualquier cambio que se aprecie tiene que ser por tanto un truco.
Desde una perspectiva anarquista, el hecho adicional de que el PKK ha sido dirigido desde su comienzo por Adbullah Öcalan y que una cultura de personalidad le rodea, plantea problemas. Los anarquistas no han sido inmunes a la tendencia de elevar al estatus de culto a ciertos combatientes, por ejemplo el anarquista español Durruti. Pero Öcalan, cuya cara domina la mayoría de las movilizaciones, esta aún vivo y presente así como dirige al menos el desarrollo ideológico que influencia Rojava desde su celda de la prisión en Turquía.
Sin embargo, la mentalidad que ve a Öcalan como un todo poderoso titiritero debe ser desafiada. Como otros movimientos, el PKK posee otras voces y como otros movimientos que existen en condiciones de intenso conflicto a veces esto no se hace tan visible a los de fuera debido a la necesidad tanto leal de organización como a la necesidad de mantener una disciplina de cara a un enemigo deseoso de explotar las debilidades. Pero es un secreto a voces que un impulso hacia el cambio también vino desde la base, y en particular desde las mujeres que reclamaban una comandancia militar de mujeres distinta.
Es importante que la primera organización de mujeres tuvo que ser fundada en el exilio en Alemania en 1987. La historia oficial del movimiento de mujeres es quizás requerida para dar crédito a Öcalan pero incluso sugiere una lucha desde abajo al hablar de cómo “el impacto de una sociedad feudal creó dificultades en la organización de las mujeres debido a la falta de confianza en sí mismas.”
Sin embargo, la fe en la libertad, su propia fuerza y auto-organización que las mujeres kurdas ganaron mediante sus experiencias prácticas en la lucha por la libertad, contribuyeron a un progreso rápido en su organización ideológica, militar, política y social. Las mujeres ganaron auto-confianza gracias a sus marchas con exito en muchas de las areas de la lucha las cuales tradicionalmente estaban consideradas de “pertenecer a los hombres”. De esta manera las mujeres han cambiado la mentalidad y las estructuras de dominación masculina y por tanto la mentalidad de la sociedad, la vida, la organización social, la liberación y la democracia kurdas como parte del cambio cualitativo en la revolución. Esto también llevó a un importante cambio en la percepción tradicional y gobernante y la mentalidad de los hombres hacia las mujeres. (Fuente)
La importancia de la cuestión de la disciplina militar de arriba a abajo se vuelve más clara cuando se considera la naturaleza del poder en Rojava. El sistema de consejo descrito debe mucho al trabajo del representante del PYD operando como TEV-DEM. Pero así como siendo esencial en la construcción de una democracia de base el PYD también forma una estructuctura de gobierno más convencional.
La izquierda habla de situaciones de doble poder cuando tienes la existencia al mismo tiempo de un gobierno de estado de arriba a abajo y un autogobierno popular de abajo arriba. Cada una de esas estructuras puede tomar decisiones muy diferentes y esto les lleva al conflicto. El desarrollo histórico de tales conflictos es que el gobierno estatal convencional trata de controlar las fuerzas armadas y cuando se desarrollen serios desacuerdos las desplega contra la democracia de base para ‘defender la revolución’. La revolución rusa fue destruída cuando los bolcheviques utilizaron dicho poder estatal para reprimir a los consejos de trabajadores y a los soviets. La revolución española fue derrotada por el fascismo en 1939 pero en 1937 el gobierno republicano dio pasos significativos para aplastar el poder de asambleas y cooperativas del tipo a las que se están desarrollando en Rojava.
Por supuesto el PYD / TEV-DEM también conocen esta historia y hasta cierto punto abordan estas contradicciones como suyas soportando deliberadamente ambos lados de la ecuación del doble poder para proteger las estructuras democráticas de base. Los consejos están construidos de tal manera que el estado mantiene una minoría de las posiciones y pueden ser facilmente rechazados por votación por los delegados desde abajo. Pero la verdadera prueba a eso sólo se desarrollará si y cuando la democracia de base decida un enfoque diferente al de los dirigentes del PYD.
La segunda gran contradicción es la militar. En su lucha contra el ISIS las YPG/YPJ dependieron del apoyo aéreo de EEUU para destruir la armadura y las armas pesadas del ISIS que había capturado de los suministros de EEUU al ejército iraquí. Por supuesto se podría sugerir que fue simplemente una operación de los EEUU para anular los efectos de su propia intervención, una intervención que también había creado las condiciones por las que surgió el ISIS. Pero claramente cualquier apoyo militar continuo sería condicionado a los EEUU a pensar que la revolución de Rojava no iba a representar una amenaza significativa para sus considerables intereses en la región.
Tan pronto como EEUU tenga contenido al ISIS, lo más probable no es sólo que corte el apoyo, sino que los EEUU alentarán a Turquía y Barzani en Iraq para desestabilizar y derrocar al PYD y barrer al TEV-DEM. El PYD tiene que ser consciente de eso y por tanto es una presión adicional considerable para o prevenir a la democracia de base el ir demasiado lejos en Rojava o a alentar la disfusión de sus métodos en Siria o Iraq. Quizás el liderazgo del PYD podría razonar que si permanece localizado y bajo llave, los EEUU podrían pasar por alto la amenaza que representan, la amenaza de un buen ejemplo.
Mientras actualizaba el borrador final de este articulo, tuvo lugar lo que puede ser un evento clave en la respuesta de estas cuestiones. Las YPG recapturaron la enorme planta de cemento La Farge. Esto es importante no simplemente porque el cemento es esencial para la reconstrucción sino porque fue construída por una compañia francesa sólo hace 7 años y era el segundo mayor ingreso de capital extranjero en Siria. ¿Cómo va el Tev-Dem a enfrentarse a eso? ¿tomará el control de la planta, buscará un acuerdo de asociación o la devolverá? ¿Cómo se tomará esa decisión y lo que es más importante, por quién?
Algunos han reaccionado a estas constradicciones rechazando el defender la revolución totalmente y acusando a quellos que lo hacen como una especie de vendidos. Éste es un enfoque ‘seguro’ si el propósito de tu organización es el de rara vez arriesgarse o apoyar a movimientos que resultaron ser menos de lo que prometían. Pero dicha perspectiva es inutil si lo que quieres es ver una transformación revolucionaria de la sociedad ya que ésta siempre implicará tomar riesgos y trabajar con los movimientos reales del mundo y siembre será menos perfecta de lo que un pequeño grupo ideológico pueda desear.
¿Qué podemos aprender?
Muchas personas sobre el terreno en Rojava no les importaŕa mucho lo que algunos grupos anarquistas de Irlanda piensen de ellas. Quizá unos momentos de curiosidad de que algún grupo tan lejos haya hecho un comentario. Y no estamos particularmente interesados en presentarnos a nosotros mismos como un tipo de jueces de si otros movimientos en el mundo son lo suficientemente revolucionarios. Lo que nos interesa son las lecciones que podemos aprender de la difícil experiencia en Rojava.
- La primera lección es la naturaleza inesperada de un profundo intento de este tipo en tan difíciles circunstancias. Particularmente para aquellos de nosotros en Occidente es un fuerte recordatorio para no caer en el tipo de pensamiento vago orientalista que asume que las nuevas ideas revolucionarias sólo pueden surgir de las ciudades globales donde la izquierda académica tiene sus raíces más fuertes. Como con los zapatistas, la gente común que son vistas por los de fuera como remansos aislados puede de repende saltar muy por delante no sólo en teoría sino en práctica.
- La solidaridad que es limitada a un movimiento idéntico a tus propios deseos no es para nada solidaridad real. La verdadera solidaridad significa reconocer y respetar la diferencia, eso no significa la suspensión de la crítica sino que requiere de un intento de compromiso positivo con nuevas ideas y nuevos métodos. Esto es tanto dificil como arriesgado si la denuncia intelectual es tanto fácil como segura.
- La lucha por un estado nación progresista se acabó. Esto se puede ver en las declaraciones explícitas del PKK que no es ese su objetivo nunca más, pero realmente esto es sólo un ejemplo claro en particular (el EZLN es otro) de una dirección de la historia impuesta quizás por el auge de la globalización y el fin de la URSS pero que refleja la realidad profunda que se desarrolló durante el siglo 20.
- La liberación de género no es un añadido al proceso revolucionario sino una parte central de su creación en primer lugar. Los movimientos que reproducen las divisiones de poder patriarcales entre sus filas, porque dicen que oponerse a la influencia ‘natural’ de la sociedad de fuera sería demasiado dificil o divisiva, son movimientos que no llegan a ninguna parte a largo plazo.
Por todas sus contradicciones la revolución en Rojava es un faro brillante que demanda lo que consideramos de nuevo que es nuestra imagen de la revolución y cómo pensamos que dicho proceso podría desarrollarse. Es un momento muy frágil en un mar muy hostil, rodeado de los enemigos más despiadados. Puede que no sobreviva, puede que degenere pero demuestra una vez más la habilidad de los hombres y mujeres comunes de apoderarse del mundo y tratar de rehacerlo incluso en las circunstancias más difíciles.
Andrew Flood
Fuente: Anarchist Writers
Traducido por Rojavanoestasola