Rojava: una lucha con sustrato libertario

Fecha artículo: 04-Marzo-2015
Artículo original: J. Martínez (Solidaridad Kurdistán) | Periódico CNT


 

En julio de 2006 fallecía Murray Bookchin, entre los mensajes que se lanzaron en recuerdo del importante teórico libertario había uno que podía sorprender a quienes tenían sólo un conocimiento superficial de la causa kurda y su lucha antiimperialista.

El PKK expresaba ante la muerte de Bookchin su reconocimiento como uno de “los más grandes científicos sociales del siglo XX”, el PKK reconocía la contribución que sus ideas habían hecho al desarrollo de la teoría socialista y expresaba que sus «tesis sobre el Estado, el poder y la jerarquía serán implementadas y realizadas a través de nuestra lucha», y siguiendo estas ideas el PKK prometía llevar a la práctica el confederalismo democrático.

¿Qué había pasado para que desde unos primeros escritos citando a Stalin, Lenin o Mao ahora el énfasis se pusiera en el libertario Murray Bookchin?

En el año 1978 se constituía en el Kurdistán bajo dominio turco, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Esta agrupación política surgía con unas ideas muy claras, el establecimiento de un Estado kurdo independiente y socialista. El PKK en sus primeros documentos  reflejaba este ideario. En su Manifiesto el PKK se definía como “una organización política bajo la guía del socialismo científico” y aún crítico con políticas que consideraron oportunistas y revisionistas de la URSS del momento, el PKK se mostraba partidario de la lucha socialista y de liberación nacional bajo el auspicio de esta Unión Soviética.

Pero el desarrollo tanto de la lucha que el PKK llevará acabo, como los cambios en la geopolítica internacional afectarán profundamente al programa y estructura del partido kurdo. A diferencia de otros movimientos políticos el PKK es capaz de realizar una lectura crítica de la realidad, el partido es capaz de analizar los acontecimientos ocurridos en torno al sistema soviético y a las ideas del socialismo real y de los movimientos de liberación nacional. En este sentido el Congreso del Partido de 1995 ejemplificará por primera vez de forma más evidente los cambios que se vienen produciendo. La resolución de este Congreso califica ya al período del socialismo dominado por la influencia soviética como una fase de “socialismo primitivo y brutal” y aboga por un nuevo período en la lucha socialista. No sólo esto sino que el abandono de la bandera de la hoz y el martillo o la sustitución del “Comité Central” por la “Asamblea del Partido” evidenciarán este proceso de evolución en la concepción del socialismo del movimiento de liberación kurdo.

Pero los cambios más importantes llegan a finales de los años 90, el proceso de evolución ideológica del partido continúa sobre todo de la mano de su líder Abdullah Öcalan, y su detención en 1999 marcará un antes y después en la historia del movimiento de liberación kurdo.

La nueva situación de Öcalan será aprovechada por el líder kurdo como un espacio de negociación con el Estado turco y a su vez será un altavoz para las nuevas ideas que se estaban gestando en el PKK y sobre las que Öcalan está trabajando. Los documentos de defensa que el líder del PKK elabora son sendos documentos de análisis histórico y político que comienzan a desarrollar los nuevos paradigmas del movimiento de liberación kurdo.

Pero aún pasarán unos años hasta que el nuevo armazón teórico sea totalmente desarrollado y madurado por Abdullah Öcalan, entre 1999 y 2004, en que se consolidan tanto las nuevas ideas como la nueva estructura del movimiento de liberación kurdo, habrá un elemento fundamental que permitirá que precisamente el nuevo paradigma del movimiento kurdo se desarrolle tal como ahora lo conocemos.

En 2002 Öcalan ha comenzado a estudiar la obra de Bookchin, encontrando en ella una gran inspiración y recomendando su lectura a los militantes y políticos kurdos, y ya en 2004 Öcalan se muestra claro entorno a su afinidad a las ideas desarrolladas por Bookchin en su obra. Sólo un año después el nuevo ideario del movimiento de liberación kurdo está ya maduro y se lanza oficialmente y en paralelo a la reestructuración organizativa del movimiento.

El 20 de marzo de 2005 queda anunciada la formación de la Koma Komalen Kurdistan (que después se renombrará como Koma Civakên Kurdistan – Unión de Comunidades del Kurdistán) y el confederalismo democrático queda definido como el ideario de esta nueva organización y como el modelo para la liberación del pueblo kurdo y los pueblos de Oriente Medio.

El confederalismo democrático es ya un sistema completo que concluye este proceso de cambios e impasse en que tanto el ideario como la estructura del PKK parecían encontrarse, y comienza un nuevo período marcado por estos nuevos paradigmas.

El confederalismo democrático no interpreta el derecho de autodeterminación de los pueblos como el derecho al establecimiento de una Estado-nación kurdo sino que considera que éste no haría más que “reemplazar las viejas cadenas por unas nuevas”. Ante esto se plantea un modelo de auto-gobierno que se construye sobre “la auto-gestión de las comunidades locales y se organiza en consejos abiertos […]. Los propios ciudadanos son los actores de un gobierno de este tipo, no las autoridades estatales”, así lo expresa Öcalan.

Como visión integral de la liberación de la sociedad el confederalismo democrático tiene un marcado carácter anti-capitalista. En su oposición a la economía capitalista plantea un sistema económico basado en las “comunas ecológicas y económicas”, bases para la creación de un sistema económico que obedezca a dar respuesta a las necesidades fundamentales de la sociedad y no a la obtención de beneficios, y que sea capaz de proteger el medio-ambiente. La importancia de crear una sociedad ecológica es otro de los pilares del confederalismo democrático y es una muestra clara de la impronta que Bookchin ha tenido sobre este.

Por último, de esos pilares a señalar tenemos que hablar de la liberación de la mujer, la autoorganización de las mujeres dentro del movimiento es un elemento fundamental y la lucha contra el patriarcado es parte fundamental del programa de los revolucionarios kurdos, tal como lo dice Öcalan, “sin la mujer libre no puede haber un Kurdistán libre”.

En las cuatro partes del Kurdistán el movimiento de liberación kurdo está luchando para construir una sociedad libre, Kurdistán Norte y Rojava son los ejemplos más claros, donde a pesar de la enorme represión y de la guerra, el confederalismo democrático está en marcha.

El movimiento revolucionario kurdo junto a sus pueblos hermanos están dando una lección al mundo. La modernidad democrática frente a la modernidad capitalista, frente la historia de la ocupación, el colonialismo y la invasión, el pueblo kurdo está construyendo una sociedad democrática, igualitaria y libre.