Fuente: Komite Internazionalistak
Durante nuestro recorrrido por diferentes pueblos de Kurdistán nos hemos reunido con tres asociaciones de mujeres: Selîsê (Asociación de mujeres de Êlih), Sitiya-zin (Asociación de mujeres de Cizre) y Bineus (Asociación de mujeres de Hakkari).
Todas ellas tratan una serie de problemas comunes que están presentes en la vida de diaria de las mujeres kurdas: el maltrato a las mujeres dentro de las familias y en él espacio público, violaciones, matrimonios precoces (aunque son menos frecuentes, siguen existiendo), matrimonios concertados y la problemática de los divorcios.
Todas las asociaciones coinciden en que la sociedad kurda es conservadora, patriarcal y machista, además la mayoría de las asociaciones de mujeres kurdas suelen ser ignoradas o poco tenidas en cuenta. Por otro lado el discurso de Oçalan reivindicando el papel activo de las mujeres en la sociedad y la igualdad de géneros, está sentado las bases para un cambio del pensamiento social. Por ello, estas asociaciones tienen como referente este discurso y escriben artículos y libros basados en su filosofía. El paso más importante que se ha dado en este sentido ha sido la implantación de la co-representación, es decir, en todas las ciudades donde gobierna el BDP tiene que haber alcalde y alcaldesa, visibilizando el papel de la mujer en la vida política. En este proceso de lucha para el cambio de mentalidad, este tipo de asociaciones llevan a cabo acciones de divulgación, como por ejemplo charlas en las escuelas (desafortunadamente sólo para las niñas), en la calle o puerta a puerta en las familias, incluso hay alguna asociación como Stiya-zin que cuando las mujeres reciben insultos o acoso en la calle, acuden a los cafés de hombres para hablar con ellos e informales. Además, otro aspecto importante es la organización de manifestaciones en las calles, aunque no siempre es fácil por la presión policial y también por parte de algunos hombres.
En el caso de las mujeres que sufren algún tipo de maltrato o violencia, estas asociaciones les ayudan de varias formas, ofreciendo un lugar donde se les escucha, donde reciben apoyo psicológico y se les ofrece formación e información a cerca de sus derechos. Además en algunos casos se les ofrece la posibilidad de trasladarse a casas de acogida para mujeres en Amed. Por otro lado, han visto la necesidad de formar a estas mujeres para que logren cierto grado de autonomía económica, por lo que imparten cursos formativos de inglés, informática, artesania etc.
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan es la pasividad e ineficacia de las instituciones turcas desde la policía, las leyes y los tribunales. Esto ha llevado a la asociación Bineus a realizar denuncias públicas y manifestaciones en contra del culpable, sobre todo en los casos de violaciones a menores. Casos similares suceden en la asistencia sanitaria pues en algunos casos se niegan a dar el parte de lesiones por lo que muchas mujeres acuden a estas asociaciones para conseguirlo.
En la sociedad kurda los divorcios suponen un gran problema para las mujeres porque está muy mal visto, siendo rechazadas por sus propias familias en la mayoría de los casos, por lo que muchas vuelven a casarse en pocos meses. Es por ello que estas asociaciones tambien dan su apoyo para este tipo de situaciones.