Autor: Abdullah Öcalan
Traducción y edición: «International Initiative» www.freedom-for-ocalan.com
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PREFACIO
Por más de 30 años el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha estado luchando por los derechos legítimos del pueblo kurdo. Nuestra lucha, nuestra pelea por la liberación tornó la cuestión kurda es un asunto internacional que afectó a la totalidad de Medio Oriente y trajo consigo una solución a la cuestión
kurda dentro de su alcance.
Cuando el PKK fue formado en los 70, el clima ideológico y político internacional se caracterizaba por el mundo bipolar de la Guerra Fría y el conflicto entre los campos socialista y capitalista.
En aquel momento el PKK se vio inspirado por el ascenso de los movimientos de descolonización en todo el mundo. En este contexto intentamos encontrar nuestro propio camino acorde a la situación particular en nuestra patria.
El PKK nunca consideró la cuestión kurda como un simple problema de origen étnico o de nacionalidad. Por el contrario, según nuestra creencia, era el proyecto de liberar a la sociedad y democratizarla. Estas metas determinaron de manera creciente
nuestras acciones desde la década de los 90.
También reconocimos una conexión causal entre la cuestión kurda y la dominación global del sistema capitalista moderno. Sin cuestionar y desafiar esta conexión, una solución no sería posible. De lo contrario no haríamos más que involucrarnos en nuevas dependencias.
Hasta ahora, con la mirada puesta en cuestiones de origen étnico y de nacionalidad como la cuestión kurda, las cuales están profundamente enraizadas en la historia y los cimientos de la sociedad, parecía haber sólo una solución viable: la creación de un Estado-Nación, que era el paradigma de la modernidad capitalista en aquel tiempo. Nosotros no creíamos, sin embargo, que un proyecto confeccionado sería capaz de mejorar sosteniblemente la situación de la gente en Medio Oriente. ¿Y si no hubieran sido el nacionalismo y los Estados-Nación los que hubieran creado tan-
tos problemas en Medio Oriente?
Miremos, por lo tanto, más detenidamente los antecedentes históricos de este paradigma y veamos si podemos trazar una solución que evite la trampa del nacionalismo y se ajuste mejor a la situación de Medio Oriente.