La ciudad de Kobane (Air Al-Arab) en la región de “Rojava” de Siria ha estado bajo asedio desde hace cerca de dos meses. El reportero de Oriente Medio Rozh Ahmad y el fotógrafo kurdo local Heysam Mislim ofrecen una visión diferente de la vida bajo el asedio.
La guerra de guerrilla urbana entre los yihadistas del Estado Islámico (EI) y los luchadores kurdos de la resistencia continúa con fuerza en gran parte de los distritos del interior en una dosis diaria, aumentando el número de victimas en ambos lados.
Se ha informado que alrededor de 250.000 civiles han huído al sureste de la Turquía kurda.
Más de mil civiles, sin embargo, se niegan a irse convencidos de que vivir bajo asedio es en sí mismo una “resistencia desafiante” contra los ataques del EI.
Heysam Mislim, un periodista kurdo asentado en Kobane, dice; “Los bombardeos indiscriminados de los hombres armados del EI perpetuamente continúan destruyendo partes de nuestra ciudad en escombros casi sin cesar. Sin embargo, más de mil civiles se han negado a abandonar Kobane porque quedarse a pesar de todas las dificultados se ha convertido en un tipo de resistencia contra los ataques del EI.”
De acuerdo con Mislim, los civiles creen que los hombres armados del EI están atacando para capturar Kobane para aniquilar el proyecto kurdo en Siria.
“Así, vivir bajo asedia es una posición desafiante de cara a los ataques del ISIS, aunque las autoridades kurdas continúan diciendo a la gente que evacúen Kobane hacia zonas seguras cerca de la frontera del norte de Kurdistán (sureste de Turquía) o cruzar a la ciudad kurda de Suruc (en la Turquía kurda),” explica.
Salim Bozan de 60 años dice que decidió quedarse dentro de la Kobane asediada con su mujer, dos hijos y tres nietos incluso cuando todos sus familiares han huído de Kobane hace dos meses.
“Al igual que nuestros familiares, nosotros también tuvimos la elección de o abandonar nuestra ciudad que define nuestra existencia o quedarnos en defensa de nuestra vida. Hablé con mi mujer y también con mis hijos y mis nueras y todos estabamos de acuerdo en quedarnos así que continuamos nuestras vidas y ayudamos también a la resistencia,” dice Bozan.
“Mis dos hijos están luchando dentro de los edificios de los distritos del interior y no han visto a sus hijos durante semanas. Mis nueras están ayudando en los hospitales improvisados. No somos una excepción porque así es como vive todo civil dentro de Kobane. Si todos los civiles se marchasen y nuestra ciudad se convierte agresivamente en una zona de guerra limitada, entonces eso es un triunfo para los hombres armados del EI. Nunca dejaremos que eso ocurra. Podría ocurrir, pero sólo por encima de nuestros cuerpos muertos.”
Todas las fotos están hechas por Heysam Mislim.
Artículo publicado el 9 de Noviembre en YourMiddleEast
Traducido por Rojavanoestasola