Otro lado de la resistencia en Kobanê es la tenaz negación a marcharse de los y las ancianas residentes en la ciudad. Aunque todas ellas puede que tengan diferentes historias que contar, sus razones para quedarse son las mismas: están fuertemente unidas a su ciudad natal y tienen a sus hijos defendiendo Kobanê. Miles han sido forzados a abandonar Kobanê, pero aunque están viejas y enfermas las personas civiles ancianas de la ciudad están soportando y resistiendo las duras condiciones. Algunas viven solas mientras que otras tienen la compañía de sus parejas e hijos.
Los ancianos que resisten en Kobanê dicen: «Puede que vayamos a morir en el barro pero no abandonaremos Kobanê». Y a los jóvenes que se han marchado, les dicen: «Volved y defended Kobanê.»
Algunos de las personas ancianas en Kobanê nos contaron sus historias y cómo han decidido quedarse.
Mi nieto está en las YPG, no podía abandonarle
Brahim Hemed Eli – 73 años
Nací en Kobanê y nunca me he marchado. Esta es nuestra tierra. Después de que el ISIS atacase, mi familia se marchó, pero a pesar de su insistencia yo me quedé. Incluso cuando los ataques estaban en su peor momento no abandoné mi casa. Vivo solo, y sobrevivo con lo que nos dá el gobierno. Echo mucho de menos a los amigos de mi edad. Uno de mis nietos llamado Hemudê está en las filas de las YPG. No podía dejarle. Si él va a morir, to también moriré. Estoy orgulloso de él. A veces salgo y visito los lugares a los que solía ir. Es muy deprimente, pero estos días pasarán y Kobanê será libre como lo era antes. Las YPG/YPJ nos protegen. Les digo a los jóvenes que se han marchado: «Volved y uniros a la resistencia, Turquía no os va a dar nada. Allí sólo os vais a pudrir.»
No pude ir al funeral de mi hija
Weyso Hemo – 68 años
Nací en Kobanê y siempre he vivido aquí. Mi familia se marchó pero yo me quedé. Prefiero morir bajo un muro derribado en Kobanê que irme. Mi hija estaba enferma cuando se fue a Turquía, pero no pudo tener tratamiento y murió. Nunca la volví a ver. Estoy muy decepcionada porque no pude ir a su funeral. Echo de menos a mi familia y mis vecinos. Después de la revolución en Kobanê la vida era maravillosa, pero entonces estas bandas nos atacaron. Los jóvenes de Kobanê deberían venir y resistir. La juventud está viniendo de otras partes de Kurdistán para luchar por nosotros, así que ellos deberían de venir también.
No vamos a ceder
Bozanê Şêxê
Nací en el pueblo de Miharacê a 20 kilómetros al sur de Kobanê. Siempre hemos vivido allí. Cuando el ISIS atacó con tanques las YPG nos protegieron y nos trajeron aquí. Les pregunté por un arma para defender mi pueblo, pero se negaron, diciendo que era demasiado viejo. Que Dios los acepte, lucharon y murieron por nuestros pueblos. Vinimos aquí y no nos queremos ir. Dos de mis hijos han cogido las armas y se han unido a la resistencia. Sus familias también están aquí. Somos diez viviendo en una casa proporcionada por el gobierno de Kobanê. Nacimos en Kobane y moriremos aquí. ISIS están disparando morteros todos los días pero nosotros resistiremos y no abandonaremos.
La juventud de Kobanê debe unirse a la resistencia
Xanım Eli – 70 años
Aquellos que se fueron deben de ver el ejemplo de aquellos que se han quedado y volver. Yo y mi marido nos hemos quedado. No nos rendiremos al maldito ISIS y no abandonaremos nuestra tierra. Los y las luchadoras de YPG/YPJ son mis hijos. Rezo por ellos. Eso es todo lo que puedo hacer. Con quedarme aquí intento hacer una contribución. Dos de mis hijos se han quedado con sus familias y han cogido las armas. No abandonaremos la lucha. Si tenemos que morir, que sea en el barro de Kobanê.
Mahmud Mistefa – 70 años
Estoy paralizado y postrado a la cama. La vida es muy dificil, pero no puedo abandonar Kobanê, a pesar del dolor. Hemos estado aquí por cientos de años. ¿A donde iría? Hemos heredado esta tierra de nuestro antepasados, nunca nos iremos.
Naile Mistefa – 68 años
Estamos resistiendo en Kobanê. Hay sufrimiendo y disparos de morteros y cohetes, pero no hemos pensado ni una vez en abandonar Kobanê. Para nosotros su barro es más dulce que los postres de otras tierras. Aquí cumplimos nuestras necesidades. Tengo un hijo, Hemed Mahmud, que está luchando en el frente con las YPG. Nos quedamos con él y apoyamos su resistencia. ¿Cómo podríamos abandonarle? Moriremos en el barro de Kobanê. No tenemos otro camino ni deseo.
Fuente: Firat News