Kobanê, la lucha kurda, y los peligros que vienen acechando

Aquí la traducción al castellano del artículo publicado en Roar Magazine sobre las últimas intervenciones de EEUU y Turquía y lo que ello supone para la lucha por la revolución en Rojava.


Kobanê, la lucha kurda, y los peligros que vienen acechando
por Jelle Bruinsma (Roar Magazine) el 19 de Octubre

Traducido por Rojavanoestasola

Mientras el ISIS ha sido expulsado de Kobanê, las prerrogativas imperiales de los Estados Unidos están al acecho a la vuelta de la esquina, peligran las ambiciones kurdas de autonomía democrática.
Ahora que varios informes confirman que la los asombrosos y valientes hombres y mujeres kurdas han tenido éxito en mantener la ciudad de Kobanê e incluso en expulsas a los fascistas de ISIS, es momento de reflexionar. ¿Cómo han conseguido repeler al ISIS? ¿Por qué los EE.UU. se han involucrado más fuertemente? ¿Y qué peligros se acechan?

Hace dos semanas, las indomables Unidades de Protección del Pueblo (YPG) sacaron un comunicado desafiente subrayando el sentido de sus “responsabilidades históricas”, prometiendo que “la derrota y extinción del ISIS empezará en Kobanê. Todas y cada una de las calles y casas de Kobanê serán una tumba para el ISIS.” Muchos han admirado el coraje de los kurdos. Turcos y otros compañeros incluso han tratado de unirse en defensa de Kobanê y se han lanzaron campañas mundiales para recaudar dinero para ellos.

Pero probablemente hubo pocos extranjeros que realmente creyeron que el asalto asesino del ISIS podía ser parado, con varios articulos publicados asumiendo que Kobanê casi había caído. Esto fue en gran parte debido a la posición criminal e instransigente de Turquía de bloquar las líneas de suministro, y la falta de interes de los EE.UU. en lo que -en sus cálculos imperialistas- sea una situación estratégicamente sin importancia.

Dos semanas después, la situación parece haberse dado la vuelta, con informes del ISIS retirándose y un funcionario kurdo afirmando que «No queda ISIS en Kobanê ahora», aunque la lucha continua en las afueras en el este. En estas mismas semanas, los EE.UU. han intensificado sus bombardeos aéreos a posiciones del ISIS dentro y fuera de Kobanê, y participó por primera vez en conversaciones directas con el Partido kurdo de la Unión Democrática (PYD). El comandante kurdo de YPG Baharin Kandal, mientras tanto, dijo que “su grupo milicia ha estado recibiendo armas, suministros y combatientes.” Aunque no dio a conocer más información, los periodistas en la ciudad turca de Suruc, a 15 kilómetros en la frontera con Kobanê, informaron «he conocido combatientes que han estado pasando a un lado y a otro.» Esto podría ser debido a un conocimiento íntimo de la región por parte de los combatientes, pero un «bien situado Turco» dijo a la BBC «que en efecto se había permitido pasar suministros.»

Tal como informamos en ROAR hace dos semanas, si Kobanê cae, los EE.UU. y Turquía han tenido la culpa. Ambos lados tenían el poder y la capacidad militar para parar al ISIS de alcanzar la ciudad. De hecho, y lo más importante, varios informes parecen probar que Turquía estaba activamente ayudando a ISIS mediante:

1. permitiendo a combatientes del ISIS heridos recibir tratamiento en hospitales turcos, y cruzar de vuelta a Siria para re-unirse a la lucha;

2. permitiendo a ISIS cruzar la frontera y vender petróleo de los campos de petróleo que controla, al mercado negro de Turquía, un hecho de tremenda importancia financiera para el ISIS;

3. bloqueando a las fuerzas con experiencia del PKK de cruzar a Siria y ayudar a defender Kobanê y luchar contra el ISIS, y de igual modo bloqueando los suministros de armas y otras necesidades.

4. la semana pasada esto se ve agravado por activamente volver a participar en la guerra contra sus propios kurdos cuando bombardeó posiciones del PKK en el sureste del distrito de Dağlıca.

Aunque todo lo dicho arriba sigue manteniéndose, los cálculos y políticas imperiales son complejos y reflejan la necesidad de defender varios y contradictorios intereses. En el caso de Kobanê, es obvio que Turquía estaba feliz de dejar al ISIS dar un duro golpe a las fuerzas kurdas, y potencialmente masacrar a miles de kurdos. Estaba también intentando hacer presión internacional a cambio de un frente renovado contra la Siria de Assad. Los Estados Unidos, también, estaban perfectamente felices de dejar a esas “víctimas indignas” morir, y dejar claro que Kobane era insignificante para ellos.

¿Qué ha cambiado en esta situación? Aunque los EE.UU. siguen priorizando el luchar al ISIS en Iraq, en el cual tienen muchos más intereses económicos y defender su reputación, ha incrementado sus ataques aéreos al ISIS alrededor de Kobanê, posiblemente en coordinación con los Kurdos. Los kurdos de la región están animando comprensible a estos ataques aéreos estadounidenses contra posiciones de ISIS, y desde el principio, la resistencia kurda ha estado llamando a más y más ataques aéreos efectivos.

Dos razones me parecen explicar la intensificada participación de los EE.UU.

Primero, las fuerzas bien entrenadas de YPG-PKK provaron ser los oponentes militares más efectivos contra el ISIS, incluso siendo mucho más superados en número y armamento. Mientras en Iraq el ejército – a pesar de una década de entrenamiento por parte de los EE.UU. y armamento avanzado – desmoronados con la sola mirada de los luchadores del ISIS, las fuerzas YPG-PKK provaron su ‘valor’ por segunda vez, después de primero ir al rescate de los Yezidi iraquíes. Desde que los Estados Unidos no quieren poner “pies sobre el terreno”, desde que sus aliados regionales no han mostrados ningún comprimiso serio hasta ahora, y desde que su campaña aérea esta condenada a fracasar, necesita aliados que estén determinados a luchar contra ISIS.

Segundo, Estados Unidos está ayudando en Kobanê por «razones de propaganda», en palabras del diplomático de la BBC y editor de defensa, Mark Urban. Como en cualquier buena red mafiosa, en las relaciones internacionales la reputación lo es todo. Con Estados Unidos anunciaando que “degradará, y finalmente destruirá” a ISIS, y los ojos del mundo en Kobanê debido a la dura valentía de los luchadores kurdos y el activismo de quienes les apoyan en todo el mundo, una masacre en Kobanê habría asestado un golpe a la credibilidad de Estados Unidos. Kobanê “es más un símbolo que una baza estratégica, pero su pérdida fortalecería el sentido de que [ISIS] es imparable”, añade el analista de la Intitución militar de Brookings, Michael O’Hanlon.

Los kurdos han sido forzados en una alianza estratégica aparentemente inevitable pero peligrosa con los Estados Unidos. Inevitable, ya que eran superados en armamento por el ISIS y necesitaban armamento avanzado a su lado para bloquearles y crearse un espacio para respirar. Peligrosa, porque los intereses e intenciones kurdas son directamente opuestas a las de los EEUU, de las cuales ambos son conscientes. Los intentos kurdos de crear zonas autónomas democráticas son una amenaza tan grande para los intereses imperialistas de EEUU como lo es el ISIS. La piedra angular de la política de EE.UU. en Oriente Medio ha sido siempre apoyada por regímenes estables que podían bloquear con éxito cualquier llamada a la democracia o el control nacional sobre los recursos naturales del país. En este sentido, la comparación de David Graebers de los kurdos con los anarquistas españoles en 1936 se sostiene; aunque los anarquistas estaban luchando contra los mismos fascistas, todas las grandes potencias occidentales se opusieron a ellos y bloquearon el transporte de armas, con Churchill famosamente prefiriendo a los fascistas por encima de los anarquistas o comunistas.

A la luz de la cooperación YPG-EEUU, es útil volver a contar una historia más contemponánea, la de la traición a los Chítias y los Kurdos de Irak.

Fue en 1991, pero podía haber pasado igualmente en 2014, que un diplomático europeo señaló que “Los americanos preferirían tener a otro Assad, o todavía mejor, a otro Mubarak en Baghdad.”. Esto fue durante la primera Guerra del Golfo, que se inició porque el antiguo aliado Saddam Hussein había desobedecido las órdenes estadounidenses al invadir Kuwait. Los EEUU atacaron en Irak creando esperanza entre los kurdos oprimidos y los Chiítas, fortalecida por los ánimos de Bush de levantarse contra Saddam Hussein, de ese modo creando la impresión de que los EEUU guardaría sus espaldas. Pero las incertidumbres de un Irak post-Saddam hicieron que los EE.UU. decidiesen mantener a Saddam en el poder. En unas de las semanas más terribles de la historia de Iraq, los EEUU – en control total del espaceo aéreo de Iraq- se quedaron parados y permitieron a Saddam Hussein romper en una zona de no vuelos controlada por EEUU y usar helicopteros para reprimir los levantamientos y masacrar civiles kurdos y chiítas.

Los kurdos necesitan apenas que se les recuerde estos hechos. Sus familias vivían a través de estas y otras traiciones imperialistas. Al mismo tiempo, no van a perder el tiempo en filósofos de sillón occidentales que condenan cualquier forma de cooperación con las bombas de Estados Unidos – y con razón. Era su vida la que estaba en peligro.

Pero esta nueva situación realmente plantea grandes dificultades. El hecho de que los EEUU continúan dando énfasis a la importancia de Iraq sobre Kobane y que el comandante del ejército de EEUU en Oriente Medio, Lloyd Austin, el viernes todavía pensase que era “altamente posible” que Kobane cayera eventualmente al ISIS, levanta serias cuestiones. ¿Cuánto tiempo EEUU continuará ayudando a la resistencia con los ataques aéreos? ¿Qué se está discutiendo en las altas conversaciones entre representantes del PYD y el departamento de Estado de EEUU? ¿Qué es lo que EEUU intentará ‘coger’ de los kurdos? ¿Cooperación más activa en la lucha contra ISIS? ¿A cambio de qué?

Una respuesta ha sido dada hoy en el comunicado del Comando General de YPG. En él confirman que han hecho un trato con el Ejército de Liberación de Siria (FSA), el grupo que ha estado luchando el tiránico régimen de Assad con un grado de apoyo Occidental. También confirman que el FSA ha estado luchando a su lado en Kobanê y que desde ahora cooperarán en “contra-atacar el terrorismo y construir una Siria libre y democrática”. Esto es un cambio significante en la estrategia que incluye no sólo luchar contra el ISIS, sino también a Assad -una demanda clave de Turquía- y que se basa más en una «verdadera asociación para la administración de este país» con «todas las clases sociales.»

¿Ha sido este el precio que el YPG tenía que pagar para abrir las líneas de suministro? Es una pregunta abierta lo que esto supondrá para la revolución social en Rojava.

No es improbable, de hecho, que las líneas de aprovisionamiento a lo largo de las fronteras turcas hayan sido encubiertamente toleradas debido a la presión de EEUU y/o al acuerdo que se ha hecho con el FSA. También pueden ser cortadas. Los ataques aéreos de EEUU también pueden cesar, y las consideraciones imperiales pueden cambiar. La lista de aquellos que, fuera de la necesidad o elección, cooperaron con poderes imperiales pero fueron luego abandonados a morir es infinita. El triste hecho es que esos emperadores modernos de hoy end día todavía pueden decidir quien vive o muere.

Ya que los kurdos están concienciados de que, a la larga, la cooperación con los Estados Unidos es incompatible con sus propias ambiciones y aspiraciones por una región y una sociedad liberada de cualquier forma de opresión. Pero si hay cualquier otra opción a corto plazo es una cuestión válida. Incluso para los continuos aprovisionamientos de armamento pesado más que necesario y el libre movimiento de las fuerzas, dependen extensamente de las preferencias de los dueños imperiales.

Esta vez, gracias a su propia valentía, han forzado la mano imperial y pueden luchar otro día. Pero, ¿y qué del mañana? Turquía ha sido durante décadas uno de los aliados regionales más importantes de EEUU, y aunque EEUU ahora necesita a los kurdos, esto será cuanto mejor una alianza temporal.

Para nosotros, como occidentales que están en solidaridad con nuestros compañeros kurdos, es la clave el mantener la presión en nuestros propios estados, mantener los ojos del mundo centrados en Kobane y la extensa lucha kurda. Más que eso, tenemos que abiertamente apoyar los llamamientos de YPG de aprovisionamiento de armas y abogar para que el PKK sea quitada de esta monstruosa ‘lista de terroristas’. Estancados entre una roca y un lugar duro, los kurdos al final sólo pueden contar consigo mismos. Cuanta más libertad de movimiento tienen, mejor armados están, mayor capacidad tendrán de proteger la revolución social en Rojava y además combatir al ISIS.

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