El fiasco de la política turca para Oriente Medio

Escrito por Semih Idiz (Al-Monitor).

Fuente y traducción: https://newrozeuskalkurduelkartea.wordpress.com/2015/09/30/el-fiasco-de-la-politica-turca-para-oriente-medio/

La semana pasada, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, antes de dirigirse a la Asamblea General de la ONU, realizó unas declaraciones a la prensa que reflejaban claramente que Ankara no está realizando ningún cambio con respecto a su política para Siria, a pesar de las especulaciones en sentido contrario. También de sus declaraciones reflejaron que Turquía continuará en desacuerdo con Washington y Moscú, respecto a las prioridades con Siria y a la realación con el presidente Bashar  al-Assad. Davutoglu admitió, que Turquía había decidido participar en los ataques aéreos liderados por Estados Unidos contra el Estado Islámico, pero sus declaraciones indicaban que las intenciones de Ankara tienen más que ver con prevenir los nuevos avances de los kurdos de Siria que combatir a Daesh.

El presidente palestino, Mahmoud Abbas, el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente turco, Tayyip Erdogan, a pie para asistir a una ceremonia de apertura de la Gran Mezquita de Moscú el 23 de septiembre de 2015. (Foto Routers)

En cuanto a la postura de Ankara sobre el papel de Assad, un comentario de Erdogan tras una entrevista con Vladimir Putin, fue tomado como una vuelta de tuerca: “Podemos desarrollar un proceso sin Assad, o podemos ir con Assad durante un período de transición”, declaró el 23 de septiembre.
Pero Davutoglu declaró lo contrario cuando dijo que Ankara mantendría a Assad fuera de cualquier negociación. Esto podría interpretarse como un desacuerdo entre Erdogan y Davutoglu, pero también Erdogan viene remando a la contra respecto a lo que declaró tras la reunión con Putin, lo que subraya el hecho de que su postura respecto al líder sirio no ha cambiado.
Davutoglu declara que su gobierno continuará persiguiendo lo que muchos creen que son castillos en el aire. Un ejemplo de ello es su llamamiento a la Unión Europea para la financiación de tres ciudades para refugiados sirios en una zona segura en el norte de Siria, junto a Turquía. Precisamente estas zonas son las que están a punto de ser liberadas por las Unidades de Protección Popular (YPG). Turquía acusa al PYD y a las YPG de ser organizaciones terroristas afiliadas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). Washington también mantiene en las listas de organizaciones terroristas al PKK, no así al PYD y/o YPG. 

Las perspectivas de los kurdos, ganando la región contigua al norte de Siria (Rojava), a lo largo de la frontera con Turquía y con acceso al norte de Irak, se ha convertido en una pesadilla para Ankara. Turquía es acusada de tratar de prevenirlo, ayudando a los grupos yihadistas contra los kurdos. Con todo ello pocos diplomáticos creen que Washington vaya a renunciar a los kurdos de Siria en esta nueva etapa por deferencia a Turquía, sobre todo cuando las pruebas demuestran las verdaderas intenciones de Turquía en Siria.

Las declaraciones de Davutoglu refuerzan la creencia en Turquía y en el extranjero de que Ankara se unió en la lucha contra Daesh para alterar los planes del PYD y no a causa de la masacre perpetrada por este grupo en julio en Suruç. También admitió que de esta forma impedirían que el PKK elevara su perfil a los ojos occidentales, con sus contribuciones en la lucha contra el yihadismo. Las declaraciones de Davutoglu incrementan las dudas sobre la determinación de Turquía para luchar contra Daesh, más aún debido al gran número de ataques aéreos lanzados por la aviación turca contra objetivos del PKK en Qandil, contrastando con las pocas operaciones militares realizadas contra el Daesh.

Davutoglu: “Le dijimos a Europa que Turquía no se convertirá en un campo de concentración. Tenemos la capacidad para establecer tres ciudades para refugiados que podrán albergar a 100.000 personas cada una, o incluso ciudades duraderas en la región de Jarablus y Azaz. La UE puede asumir el coste, y nosotros las construimos”. Davutoglu persiste en crear una zona de seguridad, con la nueva estrategia de construir tres ciudades refugio. Está tratando de sacar provecho de la presión de los refugiados en Europa para reclutar apoyo de la UE para dicho proyecto.

Los países occidentales han dejado claro que se oponen a dicho proyecto, mientras tanto Rusia sigue opuesta a la idea, argumentando que violaría la soberanía siria. No está claro como pretende Ankara llevar este proyecto a buen puerto, dada la reticencia occidental y la oposición de Rusia. Está claro que el objetivo principal de Turquía es evitar que los kurdos de Siria ganen este territorio.

“Vamos a aceptar lo que los sirios acepten, pero no es posible que los sirios acepten un acuerdo que incluya a Assad. Hemos decidido que un acuerdo con Assad no funcionará y vamos a mantener nuestra postura al respecto. La decisión de Rusia de establecer una unidad de la fuerza aérea para ayudar a Assad y proporcionarle asistencia es una fuente de preocupación para nosotros”.

Obama and Putin clinking glassesEstas observaciones muestran que Turquía no está preparada en este momento para cambiar su posición sobre Siria y vienen más en la línea con lo que están diciendo Moscú y Washington. Turquía ya ha dado a conocer su preocupación por las recientes declaraciones del secretario de Estado, John Kerry, en la que se indica que la salida de Assad no eraes una condición previa inmediata para un arreglo en Siria.

Soli Ozel, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Kadir de Estambul y columnista de Haberturk, caracteriza a la política general de Turquía para Oriente Medio como un “fiasco”. “Está claro que el gobierno de Davutoglu ha perdido su brújula en Siria. Lo preocupante es que Ankara repite sus posiciones fallidas en los foros internacionales, a pesar de que no tiene capacidad para hacer que los demás le escuchen” declaró Ozel al medio de prensa Al-Monitor. Los verdaderos objetivos de Turquía están más relacionados con la política interna que con la política exterior en estos momentos en que el país se precipita a nuevas elecciones.