Nos llega al email y difundimos el siguiente mensaje sobre los hechos ocurridos en el barrio Sûr de Amed en Bakûr (Kurdistán Norte, Turquía).
En Amed, a 27 de Setiembre alrededor de las 17.00 hora turca, las fuerzas especiales turcas han atacado con fuerza el barrio de Sûr librando intensos combates con YDG-H (organizaciones de defensa juveniles) hasta las 20.00. Las fuerzas gubernamentales se han retirado hacia las 12 de la noche para reanudar el ataque al alba (de las 5 a las 8 de la mañana). Todavía no está claro el balance de la operación, aunque según fuentes del barrio serían de 6 civiles heridos (entre ellos 5 niños de entre 8 y 15 años) y un combatiente kurdo herido.
Los combates han tenido lugar principalmente en plaza de mosquea Kurşunlu, rebautizada frente Şehîd Berxwedan (mártir Berxwedan), ahora tristemente conocida por ser el objetivo mayormente atacado por las fuerzas del gobierno. Ya durante la caravana para la apertura del corredor humanitario hacia Kobanê del 15 de Septiembre, hemos visto los daños causados durante los dos toques de queda del 6 y del 13 a 14 de Septiembre. La gente en el barrio se pregunta cómo puede un gobierno que dice ser islámico atacar con tal ferocidad este lugar de culto. Gracias a la firme resistencia de los YDG-H, los militares no han podido penetrar las barricadas.
Durante los ataques, las fuerzas gubernamentales han utilizado, además de fusiles de ordenanza, armas pesadas (lanzacohetes y ametralladoras de grueso calibre montadas en vehículos y helicópteros blindados), francotiradores y, todavía más grave, ha estado el uso de un arma prohibida por la OTAN, un tipo de bomba pequeña que estalla cuando es tocada por los peatones (una especie de mina que se lanza con la mano). Estas bombas han sido las responsables de la lesión de los 6 civiles mencionados anteriormente (algunos de los cuales han perdido brazos o piernas). Los habitantes de Sûr denuncian también el uso frecuente de otra arma prohibida por la OTAN: un fusil con balas de fragmentación.
Las razones oficiales de los frecuentes ataques son «la erradicación de las posiciones terroristas establecidas en el barrio», aunque hemos podido constatar con nuestros propios ojos cómo las tropas gubernamentales han atacado indiscriminadamente durante los días de las festividades del sacrificio islámico y mientras que en el barrio se estaba preparando una fiesta con música. La real motivación de los ataques es, obviamente, fomentar un clima de terror preelectoral (las elecciones están previstas para el primero de Noviembre), provocando así la evacuación de una parte de los habitantes de manera que no puedan ir a votar a las urnas.
Alrededor de las 11 de la mañana de ayer 28 de Septiembre, a las puertas del barrio asediado y a la espera de la intervención de la ambulancia a uno de los 6 civiles que ha perdido una pierna, se ha formado un grupo de gente que ha empezado a protestar en contra de las fuerzas especiales, creando barreras humanas para impedir el ingreso de los tanques blindados al barrio. Las tropas han empezado a alejarse y la situación parecía ser tranquila, cuando de repente han empezado a abrir fuego (contra el suelo y apuntando a la gente para intimidar) entre la multitud (incluidos nosotros).
Después del enésimo acto terrorista de las fuerzas del régimen, los combatientes de YDG-H nos han dicho que no creen más en la posibilidad de que un alto el fuego bilateral sea efectivamente ejecutado por las fuerzas turcas y que, por tanto, mantendrán sus posiciones en las barricadas para defender el barrio, aun si éste fuése firmado. Nos dicen, además, que ningún proceso de paz podrá tener lugar mientras que su líder Öcalan siga siendo rehén en la isla de Imrali, mientras que no se reconozca la autonomía democrática del pueblo kurdo, mientras que los presos políticos gravemente enfermos permanezcan en la cárcel y mientras que los guerrilleros y guerrilleras de ciudadania turca puedan regresar a sus hogares sin riesgo de ser arrestados por las tropas del gobierno.
Mientras escribimos, oímos a lo lejos los combates que vuelven a cobrar vida y nos llega la noticia de otra ofensiva contra los medios de comunicación y la libertad de expresión: las fuerzas especiales apenas han hecho una redada en el edificio que alberga la agencia DIHA, la escuela de kurdo KURDI-DER, la editorial ARAN YAINLAR y el periódico AZADIYA WELAT, arrestando a cualquier persona presente en el edificio (32 personas). La operación aún parece estar pendiente contra otros medios de comunicación.
Todos los días, desde el atardecer hasta bien entrada la mañana, se oye el rumor, y los habitantes del lugar nos confirman, de los aviones de guerra que despegan y aterrizan en el aeropuerto de Amed para bombardear las posiciones del PKK en Başûr (Kurdistán iraquí).
En Amed huele a un nuevo toque de queda, los lugareños nos dicen que en realidad estamos asistiendo a la misma dinámica que precedió el toque de queda anterior.
Nos reafirman de la importancia de la afluencia de activistas y periodistas internacionales y gente afín con la causa kurda para informar, reportar y difundir la situación en Bakûr (Kurdistán turco).
Por todo lo mencionado anteriormente y viendo el panorama del Bakûr, instamos e urgimos a todos y todas aquellas que simpaticen con la revolución kurda y compartan los principios a la realización de acciones divulgativas, pacíficas, espectaculares, etc, en sus territorios (embajadas, sedes oficiales turcas, agencias de turismo turcas, así como en sedes oficiales europeas y occidentales, sedes de medios de comunicación, etc), no sólo para denunciar el aparato turco, sinó también para estimular la opinión pública y las instituciones occidentales para tomar una posición clara sobre la questión e insistir y presionar a Turquía a una mesa para un proceso de paz justo.
Difundid el comunicado a tantos contactos y colectivos como sea posible.
Activistas en solidaridad y apoyo con la causa kurda.