LA PROPAGANDA Y LAS MENTIRAS DE TURQUÍA SOBRE LA OPERACIÓN RAMA DE OLIVO

 

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46 días de ataques del ejército turco al cantón de Afrin, 46 días de barbarie y silencio ante las cientos de víctimas civiles y heridos que caen a diario en ese pequeño rincón situado al norte de Siria y 46 días de mentiras. Las mentiras y propaganda de Erdogan que se hace eco en los medios europeos.El 1 de febrero, el embajador turco en Portugal, Hasan Gögüs, publicó una crónica provocadoramente falsa, dando a entender que la operación “Rama de Olivo” iniciada por Turquía contra Afrin tiene como objetivo erradicar el terrorismo de sus fronteras. La respuesta ante tal provocación mediática no se ha hecho esperar, y un miembro del Congreso Nacional de Kurdistán, Sivan Zerdesti, tomando su derecho a réplica, explicó lo que realmente está buscando Turquía con estos ataques. Transcribimos el artículo de Zerdesti publicado en Público el día 28 de Febrero:

Sivan Zerdesti -miembro del Congreso Nacional de Kurdistán-
“El pasado 1 de febrero, Hasan Gögüs, Embajador de Turquía en Portugal, escribió un crónica en el diario PÚBLICO, bajo el título “La operación militar de Turquía no es contra los kurdos”. En ella afirma que “Turquía combate actualmente contra varias organizaciones terroristas” y “ningún país puede tolerar la presencia de elementos terroristas en sus fronteras”. En mi derecho a réplica pretendo mostrar quiénes son los verdaderos terroristas y cuáles son los “éxitos” de las dos operaciones militares a las que Hasan Gögüs se refiere.

El pueblo kurdo es un pueblo milenario que habita la región denominada Kurdistán, dicha región forma parte del área conocida como Creciente Fértil desde hace más de 3.000 años. Se trata de una zona geocultural de Oriente Medio reconocida como de mayoría kurda. Desde 2012, con la retira del Ejército sirio y del aparato estatal de los territorios del norte del país, emergió una estructura político-social que ocupó el vacío dejado por el régimen sirio, estableciéndose una zona autónoma basada en un nuevo modelo de organización social en el marco del Confederalismo Democrático.

La Federación Democrática del Norte de Siria (DFNS) está compuesta por diferentes etnias -kurdos, asirios, turcomanos, chechenos, árabes, entre otros-  y busca implementar un modelo social que de una mayor representatividad a la rica herencia cultural que compone Oriente Medio, al mismo tiempo que busca establecer una convivencia pacífica entre pueblos que vienen siendo masacrados a lo largo de siglos de guerras imperialistas y de colonialismo occidental. Prueba de dicho colonialismo es el propio Kurdistán que, en la división del Imperio Otomano al final de la Segunda Guerra Mundial, quedó olvidado por las grandes potencias y quedó dividido entre cuatro Estados -Turquía, Siria, Irak e Irán.

En el año 2014, Kobane escribió las páginas de la historia convirtiéndose en un símbolo de la resistencia kurda. Con el ISIS rodeando todo el norte de Siria, la población de Kobane decidió resistir y enfrentarse al grupo takfiri, tomando las armas. En la defensa de Kobane, el 80% de las personas que resistieron durante 134 días a los avances yihadistas fueron mujeres de las Unidades de Protección de las Mujer (YPJ), así que el 26 de enero de 2015 anunciaron la liberación de la ciudad. Estas mujeres se convirtieron en símbolos del modelo filosófico en que se basa el Confederalismo Democrático -ecologismo, anti-patriarcado y comunalismo.

Hasan Gögüs miente al afirmar que las DFNS pretenden violar la integridad territorial de Siria. Miente también sobre los éxitos de la Operación Escudo del Eúfrates. Quien es reconocido internacionalmente por violar la integridad territorial de varios países es la propia Turquía. Basta con recordar los territorios ocupados en Chipre y la región de Hatay, zona que históricamente formaba parte de Siria, y que con la división del Imperio Otomano, fue ocupada por Turquía. El régimen sirio continúa hasta día de hoy sin reconocer esta zona como turca. La Operación Escudo del Eúfrates es, en realidad, el inicio del imaginario político del neo-otomanismo y de la política expansionista y genocida del régimen gobernado por el AKP con el apoyo del partido de extrema derecha MHP. Los ex combatientes del ISIS y de grupos locales vinculados a Al Qaeda como las HTS, confesaron en numerosas ocasiones a las SDF (Fuerzas Democráticas de Siria) que se habían mezclado con la población local en Jarablus durante la campaña Escudo del Eúfrates para así integrarse en las milicias controladas por el régimen turco. Los combatientes del ISIS también indicaron que en la misma campaña no ofrecieron resistencia a la ofensiva turca. Varias organizaciones no gubernamentales demostraron vínculos diversos entre el ISIS y Turquía para la venta de petróleo y el cruce de fronteras libremente sin complicación alguna.

La mayor amenaza a la integridad territorial de Siria y la estabilidad en Oriente Medio se llama Erdogan, gracias a su apoyo a las bandas de ideologia salafista y a sus bombardeos y asesinatos, masacrando a la población kurda, dentro y fuera de sus fronteras. En Bakur (Sudeste de Turquía), la población kurda viene siendo masacrada desde hace décadas, con más de 40.000 víctimas kurdas en los últimos 30 años. La política de tierra quemada aplicada por el régimen del AKP dejó las ciudades de Musharlîs, Sûr, Dersim, Farqîn, Cizîr, Sirnex, Bîsmîl, Silopîya, Nisêbîn, Sêrt, Gever, Colemêrg y Hezex completamente destruidas, provocando el desplazamiento masivo de miles de refugiados. Si nos situamos en la época del post golpe de Estado, más de 134.194 personas fueron despedidas de sus cargos en la administración pública, al menos 100.155 fueron detenidas y 50.142 se encuentran aún en prisión. Las instituciones internacionales han documentado ampliamente los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en Bakur, donde cientos de personas, entre ellas decenas de niños, murieron a manos del ejército turco.

El pasado 20 de enero, el régimen turco anunción una operación militar terrestre y aérea con la intención de invadir Afrin, en cooperación con el Ejército Libre Sirio (FSA), conocidos en Occidente como “rebeldes moderados” -Ahrar al Sham, Partido Islamista del Turquestán Oriental, Tahrir al Sham, etc -, grupos locales de Al Qaeda que mantuvieron alianzas con el ISIS anteriormente. Hay varios vídeos que muestran un convoy militar turco dirigiéndose a la ciudad de Ibdil, escoltados por el ejército del régimen y por Tahrir al-Sham. Afrin es una de las pocas regiones que pasó incólume a la matanza de siete años en que se ha transformado la guerra en Siria, siendo por lo tanto una mentira la afirmación del embajador de que pretenden salvar a los hermanos sirios. Es, en realidad, una excusa para exterminar a un pueblo milenario y alterar la estructura demográfica de la zona. Según los censos del régimen sirio, Afrin siempre fue considerada una región étnicamente kurda, en la que más del 80% de la población es de origen kurdo. Históricamente, toda la zona situada entre las montañas Zagros y Tauros es considerada como la tierra de los kurdos. Para el embajador turco, el derecho tiene dos varas de medir, defendiendo la invasión turca apelando al Derecho Internacional y a las resoluciones del Consejo de Seguridad cuando la misma Turquía viola las normas del mismo Derecho Internacional al bombardear a la población civil, destruir zonas residenciales y borrar el patrimonio histórico cultural de la zona.

Desde el inicio de la operación han muerto al menos 300 personas, más de 25.000 se han buscado refugio en las montañas, mientras también están destruyendo los sitios arqueológicos construidos en el 1300 a C., Nabi Hori y el templo de Ain Dara. En las últimas semanas se ha documentado el uso de napalm contra la población civil, también prohibido por el Derecho Internacional. Es importante hablar del hecho de que desde el inicio de la operación militar han sido detenidas en Turquía más de 700 personas por criticar y denunciar públicamente -a través de períodicos o redes sociales- la operación militar en Afrin. La forma en que el embajador termina su crónica al escribir que la guerra de Turquía no es contra un grupo étnico en particular, sino contra los “terroristas del PKK-YPG-KCK”, es prueba de la decadencia de este régimen. La hipocresía y la propaganda deben ser denunciadas y combatidas. Finalizo mi derecho de réplica afirmando que tanto la comunidad internacional como todas aquellas personas que se dicen defensoras de los derechos humanos deben levantarse en solidaridad con el pueblo kurdo y condenar públicamente la agresión del régimen turco contra el pueblo kurdo y a la integridad territorial de Siria.

 

Fuente: Público, traducido y editado por Newrozeke