Tres mujeres intentaron entrar en la zona controlada por las Fuerzas Democráticas Sirias, aunque se les fue impedida. Finalmente, subieron cerca de 3 kilómetros para evitar ser descubiertas por miembros del Daesh hasta que alcanzaron por fin las zonas controladas por las Fuerzas Democráticas de Siria.
En la ciudad de Manzala, a 25 kilómetros al norte de Raqqa, Daesh había utilizado cerca de 200 civiles como escudos humanos para impedir el avance de las Fuerzas Democráticas Sirias. En venganza, miembros del Daesh dispararon y mataron 7 civiles. Durante ese momento, estas tres mujeres consiguieron escaparse.
En su visita a la Unidad de Protección de la Mujer, Nasreen Abdullah contó las experiencias que habían tenido hasta que alcanzaron las posiciones de las Fuerzas Democráticas Sirias.
La superviviente de 29 años, que no quiere identificarse, explicó que después de que los combates se intensificaran en Deir al-Zour, su madre, su hermana y ella misma intentaron huir de Raqqa para entrar en las zonas controladas por la Fuerzas Democráticas de Siria. Sin embargo, los miembros del Daesh no les permitieron abandonar la ciudad.
“Durante nuestra estancia en Raqqa, que fue por unos meses, fuimos acosadas habitualmente por los miembros del Daesh. Intentamos varias veces salir de la ciudad, pero ellos querían usarnos como escudos humanos durante los combates contra las Fuerzas Democráticas de Siria”, declaró.
“ Los miembros del Daesh no nos permitieron salir hasta ayer por la tarde. Nos reunimos con mucha gente en el pueblo de control, y nos llevaron a uno de los puntos de las Fuerzas Democráticas Sirias. En el momento que nos acercamos a los combatientes de las SDF, el Daesh comenzó a atacar al grupo de civiles para tratar de tomar la posición de las SDF.
En el transcurso de los enfrentamientos, intentamos alcanzar las zonas controladas por las SDF, pero los mercenarios impedían que nadie pudiera pasar. Así que huimos del lugar del enfrentamiento, subimos unos 3 km temiendo que nos vieran los miembros del Daesh en frente nuestro, porque ellos ya habían matado 7 civiles ante nuestros ojos.”
Al final de su relato, la superviviente ha explicado además que se escondieron en una de las casas abandonadas hasta que los enfrentamientos acabaran. Rápidamente, ellas marcharon hasta alcanzar a los combatientes de las SDF. “Nos llevaron inmediatamente, a mi madre y a mi hacia un hospital de campaña. Allí, curaron a mi madre”.
La portavoz oficial de las Unidades de Protección de las Mujeres, Nisreen Abdullah, ha prometido que la lucha seguirá hasta que todas las mujeres sean liberadas de la opresión de los grupos mercenarios.
Fuente: Kedistan
Traducción: Rojavanoestasola