Habrá que esperar otros 90 días para saber qué les depara a los tres internacionalistas italianos que lucharon en Rojava (Kurdistán sirio) contra el Estado Islámico (ISIS) y se sumaron a la construcción de una nueva sociedad democrática e igualitaria, encabezada por el pueblo kurdo.
En la audiencia de este lunes realizada en los tribunales de Turín, Italia, la fiscal Manuela Pedrotta ha pedido medidas de vigilancia especial contra los acusados, alegando que “podrían implementar técnicas militares en Italia aprendidas junto a las milicias kurdas en Rojava”.
La acusación, totalmente infundada, confirma que la Fiscalía tiene intención de castigar a los internacionalistas.
El Tribunal de Turín ya ha rechazado estas medidas con anterioridad, solicitadas contra otros dos internacionalistas que estuvieron en las filas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ) en Rojava luchando contra ISIS.
Los internacionalistas perseguidos por la justicia italiana son Eddi Marcucci, Jacopo Bindi y Paolo Andolina.
El diario L’Espresso recordó el caso de Davide Grasso, uno de los cinco turineses que terminó en juicio por ir a Siria para luchar contra ISIS junto a los kurdos. Frente a esta nueva persecución judicial, Grasso expresó: “No oculto mi preocupación por la evolución del caso judicial hacia ellos”.
El periódico explicó que durante los primeros alegatos, la fiscal Pedrotta definió a las YPG/YPJ como “terroristas”, al relacionarlas con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), el mismo argumento que utiliza el presidente turco Recep Tayyip Erdogan para justificar las masacres contra el pueblo kurdo.
L’Espresso calificó el proceso judicial actual contra los tres internacionalistas como “ambiguo” y que podría constituir un precedente peligroso que permitiría limitar la libertad de disenso y la participación política para los italianos y las italianas.
Fuente: KURDISTANAMERICALATINA
Edición: Rojavanoesatsola