Este documental es una mirada en profundidad al funcionamiento interno del sistema de comunas en el noreste de Siria (Rojava) y cómo funcionan en la práctica para dar a la gente la posibilidad de opinar directamente sobre las decisiones que afectan a sus vidas en el nivel más local. También hace un llamamiento para que la gente forme comunas en toda América del Norte y el mundo.
En la película, de 45 minutos, se relata las vidas de kurdos, asirios, árabes y yezidíes del noreste de Siria que han pasado los últimos nueve años lidiando con la incertidumbre y la precariedad que apenas estamos empezando a enfrentar, se dirigieron a sus vecinos para superar la guerra civil y los ataques de ISIS, y están emergiendo a través de todo esto con una nueva sociedad que es mucho más hermosa y mucho más libre que la que tenían antes. Es una historia de esperanza y creo que es muy instructiva para nosotros sobre las posibilidades que pueden surgir de la crisis cuando los vecinos “se agrupan”.
La formación de “comunas” en Rojava no surgió de la nada. El pueblo kurdo había sido oprimido en los cuatro estados-nación modernos que se construyeron sobre sus tierras tradicionales: Siria, Turquía, Irak e Irán, que le negaron la capacidad de hablar su idioma, cantar sus canciones, negaron su propia identidad existencial en algunos Estados, se les prohibió la ciudadanía en otros, se les impidió incluso cultivar árboles frutales o tener medios propios para sostenerse. Desde el decenio de 1970 han luchado contra su opresión y a menudo han hecho causa común con otras minorías oprimidas como los cristianos asirios.
En el noreste de Siria habían estado organizando secreta e ilegalmente estructuras de apoyo para llenar los huecos que el Estado dejaba en sus comunidades, y la idea de las comunas surgió a medida que su ideología de Confederalismo Democrático, de origen local, se ganó el favor de muchos grupos étnicos diferentes de la región. El Confederalismo Democrático es un tipo de democracia directa hiperlocal donde los residentes se unen para satisfacer sus necesidades por sí mismos y, en última instancia, provoca que el Estado quede obsoleto. Hace hincapié en el pluralismo étnico y religioso, la libertad de las mujeres y la ecología, todo ello refrescante en medio de los Estados autoritarios que dominan la región.
Éstos son los antecedentes que nos llevan a 2012, cuando el gobierno sirio se retiró completamente del noreste de Siria para luchar en la guerra en sus principales ciudades, dejando un vacío de poder. Ese vacío podría haber sido llenado por yihadistas o líderes con aspiraciones autoritarias como en otras partes de Siria, pero en cambio, gracias a la construcción de las comunas y las organizaciones de la sociedad civil que habían ido creando previamente, la población local pudo intervenir y gobernar sus propias vidas en una transición notablemente suave.
Fuente: Rojavaazadimadrid