
Lo que los mapas políticos actuales del orden nacional-estatista indican como “Siria” ha sido el hogar de los primeros descubrimientos humanos, civilizaciones antiguas y un mosaico de culturas, idiomas y comunidades. Esta geografía ha sido habitada continuamente por más de 15.000 años. Esta región, parte de la Alta Mesopotamia, ha vivido de muchas formas a través de casi todas las etapas de la humanidad. Antes de limitarse al sistema de Estado-nación, Siria acogió la revolución neolítica (la transición de la caza y la recolección al cultivo, la agricultura y el asentamiento permanente), dio a luz algunas de las ciudades más antiguas del mundo, experimentó las invasiones y enriquecimientos de varias civilizaciones, dio la bienvenida a varias escuelas religiosas, filosóficas e intelectuales, y contribuyó a la historia de la humanidad con su riqueza comunitaria en cultura, arte y espíritu. Seguir leyendo El desarrollo de la autonomía democrática en Rojava

