“No quería venir a Siria por dos semanas y luego irme”, dijo a Al Monitor Thomas McClure, un joven periodista independiente de Manchester, Inglaterra. “Estaba interesado en el proyecto político del noreste de Siria. Quería investigar más y contribuir en el campo de los medios”. Con ese fin, McClure, junto con Joan García, Koni Docolomansky y Chloé Troadec, cofundaron el Centro de Información de Rojava (RIC, Rojava Information Center), una organización de medios independiente que en diciembre celebró su primer año.
Cuando en diciembre de 2018, el presidente Donald Trump declaró la victoria contra el Estado Islámico (ISIS) y anunció la retirada de las tropas estadounidenses del área, McClure y sus colegas sintieron que pronto podría estallar otra guerra en el área. En enero de ese año, las fuerzas armadas turcas lanzaron la Operación Rama de Olivo en el cantón kurdo de Afrin, que había estado bajo el control de las Fuerzas Democráticas de Sirias (FDS).
“En ese momento no estaba en Siria, pero sabíamos que había poca cobertura (de los medios), y menos de 10 miembros de la prensa extranjera en el terreno cubriendo la guerra en Afrin”, dijo McClure. “Después del anuncio de Trump en diciembre, pensamos que pronto tendríamos que comenzar a trabajar, por lo que abrimos la oficina con nuestros propios recursos”.
El objetivo de RIC es proporcionar a periodistas, investigadores y al público en general información precisa, bien obtenida y transparente sobre el terreno en el noreste de Siria bajo el control político de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES). Las regiones de mayoría árabe fuera de Rojava, incluidas Raqqa, Manbij y Deir Ezzor, también están bajo la administración de AANES.
“Nuestro deseo es construir un puente entre Siria y el mundo exterior y explicar la dinámica y la vida cotidiana de las personas que viven aquí, no solo políticos y militares, sino también maestros, civiles, personas que trabajan en las administraciones locales”, aseguró McClure. Los tres colegas aprendieron rápidamente el idioma kurdo, y algunos periodistas locales pronto se unieron a su proyecto, incluido Ahin Bahoz, originario de Amude, una ciudad cercana a Qamishlo, en la provincia de Hasakah.
“Antes de unirme al RIC trabajé en el campo de las comunicaciones con una organización local de mujeres”, dijo Bahoz a Al Monitor. “Elegí trabajar con el RIC porque es un centro independiente, que es capaz de representar con precisión la realidad del noreste de Siria y se ha convertido en un punto de referencia para la prensa extranjera”.
Varios periodistas de medios internacionales y locales se unieron al equipo de voluntarios, y en un año RIC había contribuido a las investigaciones e informes de los medios producidos por la BBC, CNN, AP, RFI, Daily Mail y otros.
Mientras estudiaba en los Estados Unidos, Robin Fleming había estado siguiendo la situación política siria desde el comienzo de la guerra civil, y cuando escuchó que RIC estaba buscando más angloparlantes vio su oportunidad de ir a Siria.
“Todos trabajamos juntos –quienes hablamos árabe, kurdo e inglés- en un ambiente muy colaborativo”, dijo Fleming a Al Monitor. “Por supuesto, en los últimos meses experimenté muchas cosas terribles, pero también otras muy positivas, como cuando presencié el comité de reconciliación en Ras Al Ain/Serekaniye, que organizó la reunión de dos tribus locales, kurdas y árabes, que estaban en conflicto. Se unieron y se besaron. Fue realmente asombroso. Lamentablemente, hoy Ras Al Ain/Serekaniye está ocupado por los aliados locales de las fuerzas turcas del Ejército Nacional Sirio (ENS), y el comité de reconciliación ya no existe”.
Por razones de seguridad, al RIC no le gusta dar información precisa sobre los números de personal o la ubicación de su oficina, pero el equipo continúa expandiéndose. Por lo general, uno o dos equipos operan en el campo. Actualmente, cubren la Operación Primavera de Paz de Turquía y sus consecuencias, mientras que otro equipo trabaja en la oficina, produciendo informes, coordinando el equipo y ayudando a periodistas externos y traduciendo entrevistas e historias.
Para financiar RIC, los miembros del equipo producen y venden secuencias de video, sirven como traductores y organizan citas y entrevistas para periodistas extranjeros que vienen al área. También brindan algunos de estos servicios de forma gratuita, porque quieren que todos los periodistas, no solo los de las emisoras de televisión que pueden pagar bien, tengan acceso a información y contacto directo con la población local.
“Hay una perspectiva mediática única aquí”, puntualizó McClure. “El noreste de Siria disfruta de la libertad de prensa tanto para los medios internacionales como locales. Por supuesto, aún queda mucho por hacer para lograr la plena libertad de prensa, pero en comparación con el resto de Siria, aquí es bastante único”.
Muchos medios de comunicación locales, entre ellos Deirezzor 24 y Euphrates Post, y sitios web de noticias de la oposición kurda como Rudaw y Kurdistan24, publican informes en varios idiomas y han establecido oficinas en el área, además de tener páginas de Facebook y estaciones de radio.
“Después de 2011, cuando comenzó la guerra civil siria, hubo muchas dificultades”, recordó Bahoz. “Muchas necesidades para la vida faltaban debido a la guerra. Al mismo tiempo, he visto comenzar un nuevo proyecto político, que se centra en tratar de crear un lugar donde todas las naciones, etnias y religiones puedan vivir juntas en igualdad. Mi trabajo con RIC es traducir principalmente del árabe al kurdo, así como de la fotografía. Espero ver que el RIC continúe funcionando en los próximos años y que crezca”.
Es de destacar que el personal de RIC investigó, escribió y publicó “Llevando a ISIS a la justicia: hacia un tribunal internacional en el noreste de Siria”, un informe que explica los precedentes legales para establecer un tribunal internacional en el que juzgar a los prisioneros del Estado Islámico detenidos en la región de la AANES, además de propuestas para la estructura de dicho tribunal.
“Cuando comenzaron los ataques turcos contra Ras Al Ain/Serekaniye y Tal Abyad, estábamos listos y pudimos seguir de cerca la situación de guerra”, dijo Ferhat Eris, un estudiante kurdo-iraní que realiza investigaciones para expedientes, y ha ayudado a construir una red de contactos. “Ahora que la situación se ha vuelto más tranquila, estamos usando esta calma para llevar a cabo una investigación más profunda sobre los efectos de la guerra en la sociedad y los civiles”. Eris espera que él y RIC hayan visto la última ofensiva que debe denunciarse.
Fuente: Kurdistanamericalatina