Medio Oriente era famoso por ser la reserva energética del mundo. Ahora también lo va siendo por la revolución de las mujeres y la construcción de esperanza sobre la base de la autonomía democrática. Las potencias mundiales asociadas a grupos locales ejercen fuerte presión para construir sociedades autoritarias que les permitan el control de los recursos energéticos. La primavera árabe abrió una puerta democrática de los pueblos, que se cerró rápidamente en la mayoría de los países, pero fue aprovechada en el norte de Siria por la construcción política kurda preexistente. Desde este territorio ganado a pulso, Rojava articula alianzas a diestra y siniestra buscando sobrevivir sin perder su autonomía y desterrando al fundamentalismo del Estado Islámico de esas tierras.
uego de varias semanas de máxima tensión entre ambos gobiernos, Donald Trump anunció que se reunirá con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, para buscar soluciones al conflicto diplomático y acercar posiciones políticas.
Con el genocidio que el imperio otomano comenzó en 1915, un millón y medio de armenios y unos 500.000 sirios fueron asesinados. Los yazidíes también fueron perseguidos y asesinados por el régimen otomano. Miles huyeron a Europa, a Rojava y a Kurdistán del Sur (norte de Irak). Algunos de estos refugiados se han establecido en la aldea de Til Nisrî, cerca de Til Temir, en el norte de Siria.
Habitantes de Rojava apedrean a la patrulla conjunta del ejército turco invasor y la policía militar rusa
En la localidad de Dêrna Axa, en Girkê Legê, los habitantes apedrearon a una patrulla conjunta del ejército invasor turco y de la policía militar rusa.
En Budapest miles de personas se manifiestan contra la visita del Presidente turco Erdoğan y la invasión del norte de Siria, contraria al derecho internacional.
Turquía quiere instalar en esta frontera una «zona de seguridad» de unos 30 kilómetros para separar su territorio de la zona donde están presentes las YPG, a las que considera “terroristas”.
El 16 de octubre de 2019, Andok Cotkar Konstantin, de Kiel, del norte de Alemania, murio por un ataque aéreo en Serekaniyê, norte de Siria, en el curso de la guerra de agresión de Turquía, miembro de la OTAN.