El Movimiento de Mujeres Libres (TJA) y la Asociación Solidaria de Familiares de Prisioneros (TUHAD-DER), salieron ayer a las calles simultáneamente en tres distritos de Estambul, la principal ciudad de Turquía, para exigir la liberación de los presos políticos.
Frente a la oficina del Partido Democrático de los Pueblos del (HDP) se realizó una manifestación, en la que participaron activistas del TJA y dirgentas polítiaos del HDP, así como muchos familiares de presos.
Viyan Hêvî es médica en las zonas de guerrilla del sur de Kurdistán: «Nuestro cansancio desaparece cuando vemos a nuestros compañeros sonriendo. Disfrutamos trabajando y luchando en la vida guerrillera».
Ambos países mantienen vigente un “acuerdo sobre protección de información clasificada en la industria de defensa”, dirigido a impedir que se conozcan los detalles de esos programas. En 2017, las exportaciones de ese tipo a Ankara alcanzaron los 301,5 millones de euros.
La Unión Europea (UE) dispara contra las personas refugiadas que llegan a su territorio de muchas maneras. Dispara con sus políticas económicas, sociales, de extranjería; dispara con la actividad de sus multinacionales, con sus tratados de libre comercio, pero desde el pasado 2 de marzo, tiene también permiso para disparar con munición real.
Rojava queda aquí mismo… o debería quedar acá: en el corazón de quien quiera que sienta la lucha por la libertad y se conmueva con ira frente a los ataques de los poderosos (El documental “El sueño de los kurdos”, disponible hasta el 20-01-2020 resume esta historia). Por eso compartimos en su totalidad el libro de la Cátedra Jorge Alonso sobre la Revolución de las Mujeres y Rojava.